De los caminantes

Llevo un tiempo en que no he dedicado un tiempo a escribir unas letras acá, pero si he actualizado mis fotos... siempre mentando en ello me han surgido varios temas. Almaceno la idea, tengo las fotos y las letras precisas pero me he visto siempre absorbido en otras actividades, y en esto de ir priorizando y privilegiando, no lo he hecho.

Les cuento que me encuentro, por fin, en la etapa final de mi vida universitaria. Con algo de sangre al terminar, con muchos costos se ha podido dar término. Es así que en eso de elaborar mi etapa universitaria han sido varios rostros los que han venido a mi memoria, compañeros, profesores que han ido pasando en forma sucesiva. Rostros que uno ve tan a diario y de pronto dejar de estar. Cómo es eso de que uno ve muchos rostros y siempre van a ir apareciendo más. Se pierden lazos con aquellas personas, que quizás, probablemente nos hubiesen sido de mucha ayuda o apoyo, pero es así. En algún momento me sentí triste, por este transcurrir de personas que uno va tocando, y que luego, cada uno siguiendo su rumbo, cada uno teniendo una vida.

Son tantas las imágenes que uno retiene en la memoria, nuestro cerebro debe ser inmensamente complejo para recepcionar cada una de las personas que uno ve. Quisiera no olvidarlas, pero uno sigue sumando personas, imágenes y como que se depositan en cierto lugar y ahí quedan guardadas, es por eso que estoy apelando siempre a nuestra memoria, nuestra historia.

Las dos palabras que más utilizó en mi tesis, ‘memoria’ e ‘historia’. Hay en ellas tanta fragilidad. Pero también hay bastantes sentimientos en ellas, por que si quiero pensar en quienes han tocado mi vida en este trozo de historia que ya suma más de cinco años, han sido bastantes, pero tengo en mi mente especialmente a una amiga, quién siempre reclama que la nombro tangencialmente, pero no es así. Natalia, la quiero mucho, son nuestros dos modos tan distintos los que nos han llevado a que en algún momento de nuestras vidas, haya existido un cruce. Donde ambos permitimos el espacio de conocernos, de apreciarnos y valorarnos. Hemos estrechado lazos al vincular nuestras familias, tus padres, tu hermana, tu hermano y sobrinos, tus tíos, y yo con mi pareja, mi hija y mis sobrinos, más mis amigos. Esta todo imbricado. Amiga, cuídate, vendrán otros rumbos en esta vida y nos volveremos a cruzar… espero pronto ese día, pero no me impacientare, vendrá.

Quiero también nombrar aquellas personas que se me fueron pasando por la mente, fueron asociadas al recuerdo, el acto de recordar con afecto y cariño. Saludos a Bárbara, que junto a su hijo esta viviendo una hermosa etapa. Maria Teresa, que conocerla fue una apertura a la tolerancia, al aprecio y valoración de los otros distintos a uno, gracias. También recuerdo a Roxana quién de tanto cruzarnos y vernos en un principio hizo el establecimiento de lazos, donde siempre existieron conversaciones francas y llanas. Viene también a mi Mónica, que nuestro parecido sentido de mirar la vida, y de reírnos de ella, nos vinculara como amigos. Y si apelo a la risa cómo no nombrar a Marcela, que recordarla es recordar algún ataque de risa vivida con ella. También esta Beto, en donde existieron muchas identificaciones personales entre ambos. También esta Luis, que las largas conversaciones y el compartir muchos gustos, hicieronme reflejar en el muchas veces, suerte amigo en lo que emprendas.

Bueno todos ellos tienen en común que fueron conocidas en mi época universitaria, y además están en estos momentos lejos de la ciudad, algunos muy lejos... pero para todos ellos muchos cariños… y pronto pondré fotos de la ciudad para que vean como va esto que se llama Iquique.

Aquí una fotito de Viña de la Natty con su ahijada... osea mi hija