Ayer dormimos poco..
Aldana se resfrió, habíamos estado tan contento de haber pasado todo este tiempo y que nadie haya caido enfermo en la casa, que no esperamos que pasara agosto para cantar victoria. Renato estuvo con mucha tos, Nicolás con dolor de cabeza y Aldana con mucha obstrucción nasal (mocos), y han de saber que estás cosas sólo en la noche tienen su climax. Primero me fui yo acostar con Aldana, Mili se quedo trabajando en el computador, habrá pasado unas dos horas de dormir en brazos sentada cuando se obstruía por completo, entonces había que drenarla, limpiarle su nariz, y eso no es cosa fácil, sobre todo con los pulmones que tiene mi hija, luego se quedo con Mili, habrá pasado un poco más de tiempo y otra vez la obstrucción, que rabia, que impotencia cuando se sabe que es sólo moco y quieres sacarselos y no se deja, y yo en mis metódos más ortodoxos lo intento de cualquier forma (que esto no lo vea la mili, porque comienza con arcadas, pero es mi hija y no me pasa nada con eso). Pero al tenerla cerca, abrazada, en la contemplación de verla enferma tuve esas sensaciones de haberlo vivido antes, me era tan reconocida la escena ya que al tener mi mano en su rostro que evitara hacerla respirar por la boca. Era mi hermano, estaba ahí, sus largas pestañas, su piel hecha cristal, sudor que refrescaba su pelo ya rizado. Marcelo, son tantas las letras a ti dedicadas que no quiero hacer de estas unas letras tristes, a pesar de que como me dijo una vez Johanna, no puede ser que sólo sea tristeza, ella trajo a mi cosas que yo no recordaba, sólo las sabia, por que saber es lo racional, pero recordar es tenerlo en mi corazón, en mis sentimientos. De hecho lo que más claro tengo es el día de su muerte, tenia la intención de escribirla, pero no, eso nosé si será hoy. Sólo que su partida dejó mucha tristeza, yo tenía trece años y recién a los veinte años, despúes de haber hecho algunas tonterias, pude reconciliarlo. Había rabia, tanta pena, muchas recriminaciones, culpas, lágrimas guardadas, inmovilizaciones emocionales. Lo que más me quedo de su paso por mi vida, fue de tener el lindo sentimiento de querer a una persona, a tal punto que uno debe movilizarse por un otro distinto, aceptarlo (lo que se ve simple, realmente aceptar al otro tal como es, nos cuesta, siempre estamos en eso de intervenirlo, de cambiarlo), pero el amor es asi.. hay que darlo.. y que la persona sólo nos regale una sonrisa.