Vicente... un año ya
Hoy, Vicente, la última adquisición cumple un año. No se debe negar que ha sido cansador, pero verlo sonreír, y la liviandad que posee hacen me pensar en lo valioso que es. Así, gordito, llorón, risueño, un poco idiota, bueno para comer, lo hacen ser mi familia... pues tiene los requisitos.
Aunque ha sido una semana, contenida, triste... esta sonrisa, y la de mi hija me fuerzan a ser siempre un agradecido; un reconciliador de los pequeños instantes... pero las pérdidas siempre calan, y esta semana fueron dos.
Pero termina la semana, y recuerdo el día que nació este niño que rompió lo designado científicamente y en vez de prenderse de vestidos y calzones, colmase de pantalones y calzoncillos, aparecieron ese par de testículos y ya venía rompiendo lo que biológicamente se esperaba; deberé observarlo, ese hecho no puede ser tan fortuito.
Hijo Felicidades, y acá una foto... siempre sonriendo