Comienza el 2007

Los desafíos ya son muchos.

Conversando con un amigo hablábamos de pronto de las esperanzas que se pueden tener al sentir que uno va realizando buenas acciones, y como ellas son siempre multiplicadas, pero de forma siempre silenciosa.

Es así, que en un momento donde finaliza un año que termina tan auspiciosamente, me hace visualizar que lo complejo que tuvo el transcurso del año, son siempre los actos de amor, los que van suavizando lo duro que a ratos se nos torna la vida. Donde existe la sensación de que la vida fuera externa a uno, y no hay cabida a la realidad de construcción que consciente o inconscientemente realizamos a diario de ella. Apropiarme de esa idea es mi desafío para este año, entre muchas otras cosas más que mi vida va gestando.

Así que la mayor parte de mis deseos giran en torno a los mismos deseos que manifiesto cuando subo a ver a la “chinita”; mucha protección a mi familia, y sobre todo en este 2007 que tendremos una nueva adquisición, que el nombre que elija su madre, para mi ya es Emilia. Que la tranquilidad vaya cimentando lazos más seguros y maduros en aquellos que para mi son importantes. Que la estabilidad sea decisión personal y construcción diaria. Y por sobre todo que mis decisiones impliquen la valoración y el respeto de aquellas personas que involucran sus afectos por mi.

Y ante todo esto, para ustedes y para mi estos regalos que para comenzar el 2007 son bastantes accesibles.